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Elizabeth McGlynn

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Seis razones para convertirse en mentor

Coach and girl sitting together

Cuando eras joven, ¿tuviste un mentor en tu vida? ¿Alguien que te recordaba constantemente tu valor, te enseñaba las normas y se tomaba el tiempo para escucharte? Si tu respuesta es afirmativa, es probable que ahora mismo estés sonriendo y recordando con cariño una gran lección que te enseñó tu mentor. Si no es así, quizás te estés preguntando cómo debió ser ese tipo de impacto. Este año, ayuda a más niñas a responder afirmativamente a esta pregunta. Te prometemos que cosecharás otros tantos beneficios, como mayor felicidad general en el proceso. Y en caso de que necesites otras cinco razones para convertirte en mentor, ¡consulta nuestra lista a continuación!

Formando a los líderes del mañana

Invertir en los jóvenes hoy crea un futuro más fuerte, equitativo e inclusivo para todos mañana. Muchos jóvenes tienen chispas en su interior, pero carecen de la confianza necesaria para dejar que su luz brille. Los grandes mentores enseñan a sus alumnos que sus chispas merecen un lugar en esta tierra y pueden conducir a un futuro de infinitas posibilidades. Sin esta fe, estímulo y consideración, los jóvenes suelen tener dificultades para acceder a las partes de sí mismos que están destinadas a la grandeza. ¡Conviértete en mentor y libera su potencial!

Amplía tu perspectiva y aprende cosas nuevas

Como mentor, tienes una oportunidad única de salirte de tus temas de conversación habituales y de tu círculo de amigos y obtener una nueva comprensión de la realidad de otra persona. El mundo de tu alumna puede ser muy diferente al tuyo, pero al aprender más sobre este, creces como persona y obtienes una mayor apreciación de quiénes son. A través de esta relación, acumularás conocimientos sobre diferentes temas y puede que incluso descubras nuevos intereses. Darle a tu alumna la oportunidad de que te enseñe sobre un tema de su elección ayuda a aumentar su confianza, su compromiso y, sobre todo, su seguridad. Al fin y al cabo, están hablando de algo que les gusta y ¿no es eso lo que hacen los amigos?

Comparte tus experiencias para el beneficio de los demás

Utiliza tus propios descubrimientos y experiencias —buenas o malas— como una oportunidad de aprendizaje para tus alumnas. Al abrirte y compartir las lecciones que has aprendido a lo largo de tu carrera (incluidos los fracasos), enseñas a tus alumnas a encontrar el éxito, evitar los errores y pensar de forma inteligente sobre sus acciones. Una experiencia que puede no haber funcionado para ti puede ser el consejo exacto que cambie la vida de una alumna para siempre. Compartir honestamente estos detalles con tu alumna demostrará que confías en ella y que estás profundamente involucrado en su progreso, sus objetivos y su futuro.

Perfecciona tus habilidades

A menudo, cuando tenemos que demostrar una habilidad o un talento, practicamos con antelación y comprobamos cada detalle para asegurarnos de que todo es perfecto. En el caso de la tutoría, debería aplicarse el mismo hábito. Los jóvenes acuden a los mentores en busca de orientación, desarrollo de habilidades, información y apoyo; por ello, es importante que los mentores profundicen en su propio aprendizaje y se mantengan alerta. Repetir el mismo consejo una y otra vez a una alumna resulta ineficaz y disminuirá su confianza e interés. La responsabilidad de ser un gran y sabio líder incluye no solo mantener un sólido conjunto de habilidades, sino buscar nuevas formas de ampliar tus habilidades. En última instancia, este aprendizaje continuo mejorará tu propia vida, ya que ampliará tu comprensión y apreciación de un tema que disfrutas y te apasiona.

Aumenta tu propia felicidad

No es ningún misterio que al ayudar a los demás, aumentas tu propia alegría. La sensación de hacer reír a alguien después de haber tenido un día duro y de ofrecerle esperanza en momentos de incertidumbre proporciona una calidez inigualable. A veces los jóvenes no tienen el lujo de formar parte de una comunidad fuerte, un círculo de amigos sólido o una gran familia. Los mentores ayudan a llenar esos vacíos y a recordarles a las niñas su autoestima, y al final, este proceso aumenta su propia felicidad. Ofrecer tu tiempo para una causa, como entrenar en Girls on the Run, es una forma maravillosa de difundir la positividad en tu comunidad y hacerla un lugar más habitable para vivir. La bondad es contagiosa, así que ¿por qué no difundir sentimientos de buena voluntad a los jóvenes durante sus años más formativos?

Encuentra el propósito en algo que realmente importa

Es increíblemente fácil distraerse con actividades cómodas que, francamente, no importan ni hacen del mundo un lugar mejor. Entre el uso de las redes sociales durante horas, el consumo de programas hasta que salga el sol o las compras en línea de cosas innecesarias, es más fácil que nunca caer en malos hábitos perezosos, pero conocidos. Este año, forma parte de algo que cambia vidas y aumenta la alegría en toda tu comunidad. Sustituye intencionadamente las actividades sin sentido por otras importantes. Romper un hábito es difícil, pero piensa en el tipo de persona que quieres ser en última instancia y el tipo de huella que quieres dejar en esta tierra. Encuentra el propósito de hacer la vida más brillante y esperanzadora para otra persona. Tu alumna nunca lo olvidará. Eso es una garantía de GOTR.

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Acerca del consejo

We inspire girls to be joyful, healthy and confident using a fun, experience-based curriculum which creatively integrates running. Non-profit girl empowerment after-school program for girls.

Publicación sobre Girls on the Run International